Testimonio escrito por una paciente
El cuerpo siempre nos da señales cuando algo anda mal, y como toda enfermedad el cuerpo comenzó a avisarme con pequeñas alertas de que algo muy pronto iba a comenzar a suceder.
Ver: Conoce mi mundo. Tengo Artritis Reumatoide
Recuerdo que los primeros síntomas de mi Artritis comenzaron unos meses antes de la primera crisis, en realidad no sabía lo que estaba sucediendo, pensaba que eran malestares pasajeros y no les di mayor importancia.
Habían días que amanecía con pequeños dolores en los dedos de los pies, no me dejaban caminar como de costumbre, tomaba un antinflamatorio y con el correr de los días pasaban. Una noche me acosté tranquila, pero de madrugada cuando me levanté a tomar agua, no pude caminar y el dolor era fatal, en la planta del pies por debajo de mis dedos se había formado una pelotita pequeña, pero extremadamente dolorosa, ya no pude caminar, lo primero que sentí fue miedo, porque no sabía que estaba pasando, ya no podía caminar y esa vez fue la primera vez que me quedé por una semana en cama.
Ver: La Artritis Reumatoidea nos exige cambios
Comencé a investigar las posibles causas de aquella pelotita, pero no encontré ninguna solución... a las dos semanas desapareció, pero hasta el día de hoy recuerdo el dolor intenso y punzante.
Ya no me sentía como antes, amanecía muy cansada y lo único que quería era dormir, lo que más deseaba era no hacer nada porque estaba muy cansada y lo único que quería era estar en mi cama y dormir, esto era muy extraño en mí... ya que nunca en mi vida tuve ganas de dormir durante el día, siempre tenía mucha energía y nunca descansaba, porque no sentía la necesidad de hacerlo.
Ver: Alimentación y artritis Reumatoide
El cansancio y sueño me llamaron la atención, pero lo atribuí a la edad ya tenía 35 años... y pensaba que mi cuerpo estaba cambiando, nunca pensé que se avecinaba un cambio rotundo y radical en mi vida.
Otro de los síntomas que recuerdo muy bien era que cuando comía pan comenzaba a sentirme mal, me dolía parte del estómago, el dolor duraba varias horas. Ahora este dolor es una alerta cuando debo evitar un alimento. Todo está relacionado...
Al pasar los días los síntomas comenzaron a ser más persistentes, el cansancio y sueño seguían, las manos comenzaron a sentir una especie de cosquilleo y adormecimiento, estuvieron así unos 5 días hasta que comencé a sentir dolores en las articulaciones de varios dedos, y lo mismo ocurría en ambas manos, durante la mañana al despertar mis manos estaban un poco tiesas y durante el día hinchadas. Muy pronto el dolor ya se había trasladado hacia las muñecas y todo comenzaba a caerse de las manos, el dolor y la falta de fuerza comenzaron a llenarme de miedo, porque no entendía lo que me estaba pasando, ya no era la edad, sabía que algo muy malo se estaba gestando en mi cuerpo y lo más terrible "no sabía lo que era". Yo nunca antes fui al doctor, de hecho ni siquiera sufría de resfríos, nunca me enfermaba, gozaba de una excelente salud, hasta que todo cambió y la Artritis llegó para quedarse. Con todo esto hay que darse cuenta que hasta la persona más activa y saludable puede tener Artritis.
Creo que esos fueron los principales síntomas, hasta que llegó mi primera gran crisis, la que afectó cada articulación de mi cuerpo y estuve en cama sin poder moverme por 3 meses, con unos dolores extremos, inflamaciones, cansancio, miedo y muchas lágrimas.
Es difícil que te diagnostiquen la Artritis Reumatoide, estuve con varios doctores de diversas especialidades, pero gracias a una gastroenteróloga y a los estudios que me realizó encontró el factor reumatoide, ya faltaban pocos días para cumplir 37 años. Desde el primer síntomas ya habían pasado varios meses...
Con mi experiencia les puedo decir que aprendan a escuchar su cuerpo, tener siempre en cuenta las pequeñas señales, tenemos que aprender a leer el lenguaje de nuestro organismo. Y este aprendizaje es a diario, jamás termina.
Es difícil cuando te dicen que tienes una enfermedad que no tiene cura, que sólo hay medicamentos que te ayudarán con los síntomas, pero sólo será eso. En mi caso los medicamentos no funcionaron, mi cuerpo los rechazó. Todos los organismos son diferentes. Pero hay esperanza, tengo Artritis Reumatoide, y puedo vivir y tener una calidad de vida, con mínimos dolores, sin crisis y evitando las inflamaciones. Es un camino lleno de cambios y aprendizaje constante. Pero se puede...
El mundo cambia, las prioridades también deben cambiar. La actitud que tengamos frente a todo en la vida hace la diferencia, más aún cuando vivimos con una enfermedad incurable.
Tenemos que tener una actitud positiva, ser fuertes y valientes, porque de nosotras realmente depende nuestra calidad de vida.
Podemos Ser quienes queramos ser. Podemos tener salud, aún viviendo con una enfermedad sin cura, todo depende de nosotros. No se rindan... Somos más que las crisis, que el dolor y las inflamaciones...
Aprender y confiar en nosotros mismos es el gran secreto.