Cuando la pandemia de coronavirus surgió en la ciudad de Wuhan, en China, a finales de 2019, y luego se expandió a lugares de Europa hace ya ocho meses, nadie llegó a pensar que se transformaría en un flagelo que castigaría como nunca antes al mundo entero.
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Con el correr de los meses se han ido encontrando algunas mínimas respuestas a los interrogantes planteado por la aparición del virus y sus efectos devastadores, pero sin embargo, aún son más las preguntas que todo el mundo se sigue haciendo.
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Incluyendo a los profesionales de la Salud, claro. El mundo entero aguarda por las varias pruebas de vacunas que son candidatas a dar con la cura del coronavirus, un proceso largo y que debe aún cumplir con sucesivos y necesarios pasos y protocolos, que hacen que los tiempos se estiren y, en muchos casos, la desesperación se haga presa de la gente.
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Con este marco es que al menos hay tres descubrimiento que comienzan a sacar a la luz detalles ocultos de esta pandemia. Se trata de pequeños avances que, como fuera, significan una nueva luz de esperanza para saber de qué se trata este virus mortal.
Mientras el virus sigue avanzando por todo el planeta, cada uno de los pasos dados en pos de mitigar sus efectos letales, es más que bienvenido. Lo más importante es que esas conclusiones sirven para ir controlando -aunque sea levemente- su avance para impedir males mayores.
La vitamina D baja hasta un 52% la chance de muerte por coronavirus:
Logró establecerse que incorporar en la dieta vitamina D implica un menor riesgo de infecciones graves por coronavirus y padecer síntomas graves como confusión, pérdida del conocimiento, dificultad para respirar y muerte. Las personas que incorporan suficiente vitamina D tienen un riesgo 52 por ciento menor de morir de COVID-19 que aquellos que tienen deficiencia de la ‘vitamina del sol’. Así se indicó en una reciente investigación.
Es un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston de los Estados Unidos, en el cual los científicos se cuestionaron oportunamente qué hace que una persona sea más propensa a contraer COVID-19. La falta de vitamina D se determinó mediante la medición del elemento ´25-hidroxivitamina D´ en sangre, según un nuevo estudio en más de 190.000 personas dirigido por Michael F.Holick, PhD, MD, endocrinólogo estadounidense, especializado y reconocido en el campo de la vitamina D, profesor de Medicina, Fisiología y Biofísica Molecular en el campus médico de la Universidad de Boston.
Han sido tres los estudios que abordaron los efectos del aislamiento y la importancia de incorporar vitamina D, que necesita de la exposición al sol y al aire libre para incorporarse adecuadamente al organismo y llegaron a la conclusión de que existe suficiente evidencia científica para determinar que la deficiencia de este compuesto ‘del sol’ aumenta el riesgo de contagio. “Esta intervención simple y económica de tomar vitamina D puede ayudar significativamente a reducir el riesgo de infección por este virus mortal”, concluyó el principal investigador del documento científico.
El Covid-19 está en el aire:
Es tema de discusiones y debates, la transmisión del coronavirus mediante el aire mismo. Sin embargo, en los últimos días, un total de 239 expertos hablaron y manifestaron lo suyo mediante un documento presentado por el Laboratorio Internacional de Calidad del Aire y Salud de la Universidad Tecnológica de Queensland, Brisbane, Australia. En este paper se reclama a médicos y científicos de todo el mundo, que no minimicen el potencial de propagación por el aire.
“Existe un potencial significativo de exposición por inhalación a virus en gotitas respiratorias microscópicas (microgotas) a distancias cortas a medianas (hasta varios metros, o escala de habitación), y estamos abogando por el uso de medidas preventivas para mitigar esta ruta de transmisión aérea”, se lee en una parte del documento. Los estudios demostraron que los virus salen del cuerpo humano durante la exhalación, el habla y la tos en microgotas lo suficientemente pequeñas como para permanecer en el aire y representar un riesgo de exposición a distancias superiores a 1 ó 2 metros de una persona infectada.
El inquietante caso de las reinfecciones:
Con la aparición de personas que han manifestado haberse reinfectado en diferentes lugares, surge la pregunta: ¿Se reinfectó o es el mismo virus latente en el cuerpo durante varios meses hasta que generó síntomas o fue detectado en forma asintomática?
Pueden suceder las dos cosas. El infectólogo Ricardo Teijeiro, dijo al respecto que qinvestigaciones científicas indican que puede haber reinfección de coronavirus. Así sucedió en Hong Kong.
“En el último tiempo se está confundiendo una reagudización del mismo cuadro con una reinfección certera. Hasta ahora son muy pocos los casos en el mundo en donde se han comprobado reinfecciones. Cabe aclarar que en otros cuadros virales se observan otros procesos infecciosos. Al SARS-CoV-2 lo estamos conociendo y es posible que se pueda quedar mucho tiempo en el cuerpo, generando distintas patologías según el organismo que infecta”, manifestó Teijeiro.
“La reinfección sin síntomas no es lo mismo que volver a enfermarse. La persona puede recibir nuevamente el virus porque tiene la célula de memoria que lo que hace es que nuevamente produzca rápidamente anticuerpos y bloquee el virus en la puerta de entrada”, dijo por su lado Adrian Rabe, epidemiólogo del Imperial College de Londres.
Fuente: Ámbito.