Descubre todo acerca de los celos
Ellas lo sufren cuando creen que ellos tienen interés amoroso en otra. Los varones, cuando suponen que pueden engañarlo en el plano sexual.
Los hombres y las mujeres experimentan celos por motivos diferentes, sostiene un estudio de psicólogos de la Universidad de Bielefeld (norte de Alemania), difundido tras varios experimentos con dos centenares de voluntarios. Las mujeres experimentan celos cuando constatan en su pareja un sentimiento amoroso incipiente hacia otras mujeres, mientras que los hombres reaccionan con sospecha cuando tienen o creen tener motivos para dudar de la fidelidad de su compañera, según el estudio alemán. Los expertos de Bielefeld concluyeron que esos sentimientos tienen que ver con un reparto de los papeles masculino y femenino que proceden de la prehistoria humana.
"El éxito reproductivo de la mujer no sufría limitaciones por la infidelidad sexual del hombre", afirmó el científico Achim Schützwohl para explicar esa conclusión.
"A la mujer le eran casi indiferentes las infidelidades del hombre. Sin embargo, si éste dejaba de lado la inclinación hacia su compañera y el cuidado por los hijos, en la prehistoria humana eso podía conllevar la muerte de la mujer y de su hijo". Por otro lado, para el hombre fue de una enorme importancia evolutiva si su compañera le era fiel o no, pues "no podía estar seguro de que los niños eran de él. Temía que pudiera haber invertido energía en una descendencia que no era la suya". En los experimentos del estudio, los voluntarios reaccionaron pulsando una tecla concreta del ordenador a señales de variantes distintas de la infidelidad.
Las mujeres alcanzaron el umbral de "insoportable" ante señales de infidelidad emocional, mientras que los hombres llegaron a ese nivel con la infidelidad sexual.
La mujer Celosa Para la mujer celosa, el amor está acompañado de la siguiente pregunta: “¿Me quiere verdaderamente por lo que soy?”. Ya sea debido a una falta de seguridad en sí misma o a un deseo desmesurado de posesión, los celos femeninos se construyen sobre el fantasma que toda mujer tiene una rival; la mujer celosa evalúa a las demás mujeres, tal y como imagina que lo hace el hombre, porque considera que le acecha la traición. Su miedo a que la abandonen es tan violento como el deseo inconsciente de dominar al hombre por su exigencia amorosa.
El hombre celoso El hombre celoso teme, por encima de todo, que otro toque a su mujer, que disponga de su cuerpo y que, durante un breve momento, la “posea”. Cuando su pareja muestra su encanto, él cree que busca satisfacer a los demás, y esto, en general, no lo soporta: vive esta agresión (aunque sea imaginaria) como una pérdida de su virilidad. El celoso aceptaría que su mujer le abandonara, pero jamás podría admitir que fuera por otro. Al mismo tiempo, se imagina a este otro, sea virtual o no, como una persona que posee el poder sexual que él ha perdido.
Acoso psicológico, violencia física Las personas celosas, ya sean hombres o mujeres, atormentan a su pareja, pero cada uno usa métodos distinto:
La mujer celosa busca pruebas materiales: olores y perfumes poco habituales, un documento olvidado en los bolsillos de la ropa, o quizás espiar el teléfono móvil de su pareja. Al mínimo indicio, su actitud se exacerba hasta creer que en cualquier momento la abandonarán. Llora, amenaza… Se esfuerza en descubrir a su rival para poder desestabilizarla y desvalorizarla a ojos de su pareja. Finalmente, no duda en cerrarle la puerta en sus narices a la persona que creía amar y lo rechaza sin darle el derecho a hablar.
El hombre celoso vigila la apariencia de su mujer y controla su empleo del tiempo, como si ella fuera. una aprendiz de él mismo. Cualquier transgresión de las costumbres provoca una avalancha de comentarios y preguntas. Limita su autonomía, su vida gira alrededor de ella y aísla a los amigos y familia. Si además tiene pruebas de una traición, puede adoptar una actitud violenta, humillando a su pareja o demostrando su fuerza. No deja de dominarla, por todos los medios, porque por nada del mundo piensa renunciar a ella. En cualquier caso, se trata de una tentativa desesperada para realizarse en un amor imaginario que provoca, casi siempre, sufrimiento, tanto en el caso del hombre como en el de la mujer. ¿Tú sientes celos?