Las uñas pueden dar señales a un experto de cómo está la salud de nuestro cuerpo. Permiten identificar enfermedades muy importantes, como la diabetes o las cardiopatías; por eso los expertos recomiendan consultar ante cambios en el color o la forma.
Las uñas son muy fáciles de examinar, pero el médico debe estar bien informado de estos signos y los pacientes deben saber que cualquier alteración es motivo de consulta, ya que no todo cambio en las uñas es onicomicosis, una infección producida por hongos.
Puntos oscuros, manchas, delgadas líneas blancas, color amarillento, separación de la piel, descamación, falta de crecimiento, curvatura excesiva, reducción del espesor hasta casi alcanzar transparencia, levantamiento de los extremos, sangrado, inflamación de los bordes o bandas rosadas en los bordes son indicios característicos de que algo anda mal y conviene consultar con el médico.
Pueden darse en una o más uñas, junto con la aparición de la enfermedad o como signo inicial de ella.
Por ejemplo, y aunque será el dermatólogo quien confirme el diagnóstico, el desprendimiento parcial y en los bordes de la uña (onicólisis) puede anunciar hipotiroidismo o hipertiroidismo, mieloma, anemia, cáncer de pulmón o diabetes.
La caída de una uña (onicomadesis), en cambio, ayuda a identificar enfermedades febriles, diabetes mal controlada, estrés excesivo, neumonía, psoriasis o reacciones adversas a medicamentos.
La cantidad de consultas aumenta entre el 60 y el 70 por ciento cuando salen avisos publicitarios en la televisión que alientan a la población a consultar al dermatólogo cuando tenga algún problema en las uñas. Dado que las uñas son una parte muy importante de la estética de la mujer, ellas son las primeras en consultar.
Señales de alarma
Cuando la uña adopta una forma cóncava con levantamiento en los extremos, puede indicar falta de hierro en el organismo o anemia, enfermedad coronaria, hipotiroidismo o desnutrición. Pero si la apariencia es de sangrado debajo de la uña, provocado por la rotura de los vasos ubicados longitudinalmente, no hay que descartar un trauma o una causa interna en un 10 al 20% de los casos.
En tanto, una mayor curvatura de la uña acompañada por un crecimiento excesivo del tejido conectivo e hinchazón de todo el dedo, una alteración conocida como dedos hipocráticos debido a que el primer caso fue identificado en el año 400 a.C., está relacionada con las enfermedades sistémicas.
Este trastorno en el que la superficie de las uñas alcanza un ángulo mayor o igual a 180º suele ser difícil de diagnosticar. Suele ser signo de insuficiencia pulmonar, cardíaca, hepática, gastrointestinal y renal.
Las líneas blancas transversales en varias uñas pueden indicar reacción adversa a algún fármaco, desórdenes metabólicos, tumores, enfermedades infecciosas (tuberculosis o malaria) y problemas renales y cardiovasculares.
Una banda rosa en el extremo es señal de cirrosis o insuficiencia cardíaca congestiva, mientras que cuando las uñas se vuelven de color amarillo, delgadas y con poco crecimiento (síndrome de uñas amarillentas) no deberían descartarse el asma, la tuberculosis o la bronquitis crónica.
Uno de los peores trastornos es el melanoma maligno de la uña, que puede aparecer con un punto negro en la uña y que las personas suelen asociar con un hematoma por un golpe , cuando el médico debería confirmarlo o descartarlo de manera temprana.
Muchas personas sanas con uñas anormales no piensan que están enfermas. Además, la mayoría de las personas con alguna mínima alteración en las uñas suele estar sana.
Pero, si una persona tiene algún problema interno de salud, mirarle las uñas puede ayudar a localizar el problema porque algunos signos dirigen al especialista a la parte del cuerpo que debe examinar con más cuidado.