"El liderazgo de las mujeres ejecutivas y empresarias y su contribución en el clima laboral para lograr un cambio en las organizaciones"
La presencia de la mujer en la dirección empresarial se estila como "una nueva forma de expresión sociocultural", pues son las mujeres que toman decisiones y ejercen el poder en áreas tradicionalmente masculinas.
Podemos decir que los principales obstáculos para las mujeres directivas y empresarias son además de los factores culturales externos, una cultura corporativa masculina y la imposibilidad para compaginar su desarrollo laboral y su maternidad, sin embargo utilizando un término de T. Hall, la mujer es por lo general policrónica, es decir, capaz de utilizar el tiempo en función de una tarea en particular y de combinar de manera flexible y adecuada las distintas responsabilidades de su trabajo, su familia y la sociedad.
Gaulejac(1993), nos dice "actualmente las mujeres desean con mayor ímpetu, ocupar puestos de dirección cada vez más altos, esforzándose para ello, ya que la búsqueda de la excelencia en el seno de la organización las induce a un desafío permanente a superarse". Es precisamente ese esfuerzo el que logrará como resultado un mejor clima organizacional, ya que nacemos, vivimos y morimos en un mundo de organizaciones modernas, postmodernas y sigue la tendencia de un gran cambio en ellas.
Es necesario conocer la actitud de la mujer ante su desarrollo profesional, así como su desarrollo familiar, y dar a conocer el sentir de ella al momento de enfrentarse a los diferentes roles de los cuales tiene que ser protagonista, (Saavedra, 2001).Por otro lado, según Graciela Hierro(1985), la responsabilidad de las mujeres en el momento actual, paralelo a la coyuntura histórica en que la fuerza de trabajo femenino adquiere cada vez mayor preponderancia en el marco de la producción, en una acción paulatina que abarca todos los países, hace que las mujeres que trabajan productivamente adquieren conciencia de cierta discriminación que sufren y sienten el deber ante ellas mismas y ante la sociedad de superar dicho fenómeno.
Según Kanter, hay estudios que indican que las mujeres al asumir un liderazgo alientan la participación, comparten el poder y la información y tratan de incrementar el valor propio de sus seguidores, prefieren dirigir mediante la inclusión y apoyarse en su carisma, experiencia, contactos y habilidades interpersonales para influir en los demás.
Por otro lado, las similitudes entre los hombres y las mujeres tienden a ser más que las diferencias, y las diferencias parecen ser que las mujeres prefieren un estilo de liderazgo más democrático, mientras que los hombres se sienten más a gusto con un estilo directivo, (Nicholson, 2001).
Con lo anterior, queremos decir, que la mujer es un ser humano con muchas cualidades, ya que asume distintos roles y papeles sociales y diariamente tiene que cambiar de "sombrero", empáticamente; es decir, de madre, de esposa, de jefa o trabajadora en una organización, de ama de casa, de taxista, de nana, de enfermera, de cocinera, de animadora, de educadora, de economista, de administradora, de consejera ... en fin... de MUJER, ya que esa persona que asume a diario todos esos compromisos, y además siempre con una sonrisa en su rostro, es en realidad la verdadera mujer emprendedora, innovadora, humana y feliz de ser MUJER... y participa en la mejora de un satisfactorio ambiente laboral logrando con ello y su actitud positiva un verdadero cambio al interior de las organizaciones.
Dra. Gloria Nerty Navarro Castro - México