Muchas veces escuchamos que la primera impresión es lo que cuenta y quizás no somos tan conscientes de la importancia de la primera impresión que le damos al otro en nuestra interacción.

En esos primeros segundos, provocamos en el otro una percepción en base a nuestros gestos, nuestra vestimenta, nuestro rostro, la forma en la que nos comunicamos (verbal y no verbalmente). En la actualidad contamos con herramientas para potenciar la imagen y lograr un efecto positivo en la interacción con otras personas, desde la primera impresión hasta el trato continuo en las circunstancias que sean (laborales, personales). La imagen es un recurso que debemos conocer y emplear de modo de obtener resultados óptimos. Pocas personas conocen la importancia de la imagen y se benefician de lo que proyectan hacia el mundo exterior. Nuestra imagen es la manifestación externa de lo que somos a nivel interior, de nuestros valores y creencias.

Muchas veces escuchamos que la primera impresión es lo que cuenta y quizás no somos tan conscientes de la importancia de la primera impresión que le damos al otro en nuestra interacción.

En esos primeros segundos, provocamos en el otro una percepción en base a nuestros gestos, nuestra vestimenta, nuestro rostro, la forma en la que nos comunicamos (verbal y no verbalmente).

En la actualidad contamos con herramientas para potenciar la imagen y lograr un efecto positivo en la interacción con otras personas, desde la primera impresión hasta el trato continuo en las circunstancias que sean (laborales, personales).

La imagen es un recurso que debemos conocer y emplear de modo de obtener resultados óptimos. Pocas personas conocen la importancia de la imagen y se benefician de lo que proyectan hacia el mundo exterior.

La imagen que mostramos desde lo externo es más profunda de lo que muchos pueden creer ya que también consiste en una manifestación de lo interno de cada persona, de sus valores, creencias y rasgos característicos. En otras palabras, nuestra imagen da cuenta de nuestra personalidad.

La imagen es una forma de comunicación con los demás a través de la vestimenta, los accesorios, el maquillaje, el cabello, la postura, la sonrisa y los gestos, entre otros.
Nuestra imagen se percibe con los cinco sentidos y afecta la percepción de los demás en estos cinco ámbitos. Más del 50% de la comunicación es no verbal: una persona nunca deja de comunicar, aunque en este momento no se esté comunicando verbalmente.

Una imagen desaliñada o no arreglada puede afectar significativamente nuestras posibilidades de progreso en lo laboral, a pesar de que estemos altamente capacitados para progresar en nuestro trabajo.

Debemos potenciar nuestra imagen a través de los componentes antes mencionados (cabello, vestimenta, calzado, accesorios, maquillaje, postura, gesticulaciones) pero siempre teniendo en cuenta nuestra personalidad. Podemos valernos de tendencias dentro de la moda, pero la idea es lograr un balance armónico entre lo interior y lo exterior sin dejar de ser uno mismo. No se trata de proyectar algo que no somos porque nuestra personalidad se demostrará de una u otra forma.

Es importante trabajar en nuestras fortalezas personales y desde allí, mejorar nuestra imagen exterior.

Por Laura Malpeli de Jordaan

Compártelo