En la vida pasamos por diferentes transiciones. Una de estas es el nacimiento de los hijos. El nacimiento de los hijos marca una nueva etapa en la pareja. Pasar de una relación de dos seres independientes a una que involucra a tres cambia totalmente la vida de las personas y la vida de pareja.

Los hombres como las mujeres cuando les dan la noticia, experimentan muchos sentimientos encontrados alegría, ilusión, temor, ambivalencia. Nos hace preguntarnos, acerca de los cambios que vamos a tener, pensamos en la responsabilidad que implica el ser padres, nos llenamos de expectativas. El embarazo también es un impacto en la pareja, ya que este trae consigo cambios no solo en la madre sino también en el padre, la mujer experimenta cambios hormonales, cambios físicos, cambios anímicos.

Las madres empiezan a preocuparse por su salud física, sus chequeos médicos, su estado de ánimo, el cual es vital pues el niño recibirá a través de su madre un sin número de experiencias. El padre experimenta temor, a algunos les cuesta comprender lo que su pareja pueda estar sintiendo, principalmente se preocupan por la responsabilidad económica, entre otros.

Como pareja muchas veces las relaciones íntimas se afectan, el estilo de vida cambia. Por lo que, antes de la llegada de los niños es importante la comunicación con la pareja, conocer lo que él o ella piensa, siente, espera.Conversar aspectos sobre la organización en el hogar, el aspecto económico, relaciones íntimas, laborales. Todas estas negociaciones ayudan a desarrollar una relación más cercana como pareja, como personas y como padres.

Ambos deben brindarse apoyo, comprensión, mostrarse afectivos. Es primordial que aunque el nacimiento de un hijo trae cambios la relación de pareja no tiene que dejarse en un segundo plano. En el matrimonio la prioridad es mi pareja, los hijos son importantes y necesitan de nuestro cariño, atención y satisfacción de necesidades, lo cual no implica restarle importancia a mi pareja, por el contrario cuando nacen los hijos mi relación de pareja debe fortalecerse, crecer, nutrirse. Igualmente, la familia es una red de apoyo para ambos en donde su rol debe ser el apoyo y el respeto por las decisiones que la pareja asuma.

Cuando el niño que va a nacer no es el primero es importante preparar a los hermanos con el nuevo nacimiento, escuchar sus sentimientos y prepararse como familia ante la llegada de un hermanito(a).

Ningún nacimiento es igual, no es lo mismo el primer hijo que el segundo, el tercero ni el último, no es lo mismo un niño que una niña, las circunstancias del nacimiento también son diferentes. Sin embargo cada nacimiento es trascendental pues se inicia una nueva vida. Desde el momento que nos enteremos que vamos a ser padres tenemos una nueva vida en la cual van a influir todos los aspectos que tenemos alrededor. Lo primordial es conocer que el amor y la atención, que le brindemos a nuestros hijos desde antes de nacer va a tener consecuencias en su desarrollo físico, mental y emocional.

Es necesario asumir esa gran tarea de manera responsable, ambos padres deben involucrarse. Las primeras manifestaciones de amor, se aprenden de los padres. Los hijos necesitan una participación activa de los padres, la satisfacción de sus necesidades tanto físicas como emocionales, el apoyo que les demos a nuestros hijos durante las diferentes etapas de sus vidas, el establecimiento de reglas a seguir, son las expresiones de amor que le permitirán desarrollarse.

Como padres debemos educarnos acerca de las diferentes etapas de desarrollo que pasarán nuestros hijos con el fin de comprender su desarrollo. En términos generales, en los primeros años de vida comienzan a descubrir sus cuerpos, en la etapa preescolar adquieren sus hábitos, inician la etapa de hacer amigos, en la edad escolar inician su aprendizaje formal, en la adolescencia los amigos pasan hacer la prioridad de sus hijos. En cada una de las etapas el acompañamiento y el compartir con sus hijos es fundamental.

Uno de los aspectos que trae consigo la paternidad- maternidad es que es una tarea continúa, llena de nuevas experiencias. Cuando los padres apenas se están acomodando al cuido del bebé, el bebé empieza a caminar, a explorar y cuando ya se acostumbran a esta etapa su hijo inicia la etapa escolar, después vienen las tareas escolares, el colegio, el noviazgo, el casamiento de los hijos y el nacimiento de los nietos. Por ello el apoyo y comunicación y acomodamiento constantes son la clave para lograr llevar la gran tarea de ser padres. Los padres deben ver su rol como una oportunidad y una responsabilidad. Los padres pueden hacer una diferencia en la vida de su hijo, recuerde que su amor y su compañía es la mejor herencia que usted como padre les puede dar. Recuerde cada día que pasa es una oportunidad no la desperdicie.

Consejos

Sea afectivo con sus hijos, abrácelos, dígales que los ama.

Acepte las diferencias de cada uno de sus hijos.

Conozca las etapas de desarrollo por las que pasan sus hijos.

Establezca límites.

Sea constante y firme.

Conozca los amigos de sus hijos, sus necesidades.

Comparte tiempo en familia y tiempos individuales con cada uno.

Dedique tiempo a su pareja, tenga espacios individuales con su pareja.

Cuídese así mismo es importante que tome tiempo para actividades personales.

Cumpla las promesas que les hace a sus hijos ellos no olvidan.

Decida tener tiempo para su familia, programa al menos una actividad semanal en familia.

Comuníquese con su pareja.

Hable con sus hijos.

Promueva que cada uno de los miembros de su familia exprese afecto entre ellos.

Participe en las actividades con sus hijos.

Use un lenguaje amoroso y sea firme.

Quiera s sus hijos incondicionalmente por lo que son y no por que hacen.

Escuche a sus hijos




Por Laura Álvarez

MSc. Psicología Clínica

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