“La mentira nos hace felices, mientras la verdad nos hace desgraciadas”.
¿Será que por eso preferimos ignorar las señales de la infidelidad de nuestra pareja?
En el mismo momento que escogemos pareja, nos hacemos el propósito de llevar una vida tranquila, honesta y sin mentiras, nuestro mundo, pequeño mundo está establecido, protegemos nuestro hogar y lo encerramos en una burbuja de cristal para que nadie lo dañe. ¿Pero qué pasa cuando empezamos a tener señales de cambio?
Suele suceder que la pareja comienza a cambiar nos mentimos a nosotras mismas, disculpando o excusando los cambios o las faltas; muchas veces atribuimos los cambios al cansancio, que viene tarde porque trabaja mucho, grita mucho porque está preocupado, y así podríamos ir enumerando cambios y descuidos, los que al final, destruyeron nuestra burbuja y dejaron nuestro pequeño mundo a merced del sufrimiento y el llanto.
Quedan interrogantes que tal vez nunca tendrán respuesta, “¿por qué se fue, si yo lo amaba?” “¿Cuándo la conoció, si era tan entregado a su hogar?”
En medio del dolor, de la confusión, empezamos a reconocer las señales que antes no reconocimos o simplemente preferimos ignorar.
Veamos algunas de las señales típicas de cambios en nuestra pareja.
10 Señales de infidelidad:
Hasta hace poco fue muy cuidadoso con la economía, pero de repente hay gastos extraños que no tienen explicación.
- Su horario de trabajo de repente tiene cambios y empieza a llegar más tarde de lo habitual.
- Antes tenía un horario cómodo y conveniente, ahora hace mucho trabajo extra.
- Tiene muchas reuniones de trabajo, eso no pasaba antes.
- No hay motivos aparentes, pero ahora antes de salir se arregla más y de forma diferente.
- Ya no participa en la vida familiar para poder salir a pasear.
- Se ha vuelto desconfiado y se asegura que en sus bolsillos no quede nada, eso no pasaba antes.
- Tiene mucho cuidado de apagar su teléfono o de no dejarlo al alcance.
- Ya no lleva los niños al colegio, esta muy ocupado.
- Ya no te acompaña a ir de compras pues está muy cansado, aunque no lo está tanto como para no ir a esa reunión con los “amigos”.
Muchas veces se ven esos cambios, se piensa en preguntar, en abordar el tema, en hacer la pregunta de el porqué de esos cambios tan marcados, pero nos quedamos calladas porque es mejor estar “felices” y no provocar una discusión, o simplemente preferimos buscar excusas a esos cambios que poco a poco nos corroen el alma con la duda, después de todo, esta es su casa, esta es su familia y sabe que es amado.
Y pensamos o así lo queremos pensar, que él no seria capaz de un engaño, porque hemos sido tan felices, no queremos ver que detrás de esos cambios se esconde una mentira, un engaño, no nos damos cuenta que esta siendo doblemente falso, miente en la casa y le miente a otra persona que sin querer ha venido a ser la piedra de tropiezo. No queremos ver la realidad, no queremos ver que se esta gestando una infidelidad, se están gestando torrentes de lagrimas y sufrimientos de dos mujeres, por un lado la esposa que sigue creyendo en el, y de la amante que empieza a creer en el.
Y así la esposa disculpa los cambios en el hombre que ama, la amante acepta las mentiras del hombre que piensa que la ama, ¿será entonces que nos casamos con la persona equivocada? ¿O será que quien se está equivocando es el esposo?
¿Será que sus mentiras y cambios, van a hacer feliz a la que tiene en su casa, a la amante, o a sus hijos?
¿Y qué pasa si quien la que cambia es la esposa?
¿Has reconocido alguna de esas señales de infidelidad?
Con el mismo cariño de siempre:
Amanecer cautiva del amor.