Conoce la forma y tu tipo de cuerpo. Foto de Anahí Navarro
Escoge un vestido de acuerdo a tu tipo de cuerpo. Foto de Anahí Navarro
Hoy te voy a dar unos tips para saber escoger el vestido perfecto para ir a una boda de acuerdo a tu tipo de cuerpo.
Las tendencias de moda que vemos en las revistas, páginas webs y la televisión son muy bonitas, sobre todo en las modelos altísimas y muy delgadas. Pero la realidad de la mayoría de las mujeres es otra, no todas tenemos talla cero. Los cuerpos son diferentes y no significa que haya mejores que otros, simplemente son diferentes.
Hay que saber adaptarnos a lo que mejor nos quede, no sólo es comprar por comprar, hay que conocer nuestro tipo de cuerpo para así saber escoger lo que más nos favorece. En general existen 6 tipos de proporciones corporales. No tienen nada que ver con el peso, pero sí tienen que ver con la forma que éste tenga.
Escoge un vestido de acuerdo a tu tipo de cuerpo.
Escoge un vestido de acuerdo a tu tipo de cuerpo.
1. Tipo de cuerpo en forma de triangulo. La mujer que tiene éste tipo de cuerpo es la que tiene poco busto, cintura mediana y caderas más anchas en proporción. Tipo de vestido que más te favorece es el tipo “lady like”,  los pegados al cuerpo con hombros descubiertos y los que tengan colores sólidos.
2. Tipo de cuerpo en forma de triángulo invertido.  Éste tipo de cuerpo es lo contrario al pasado. La mujer que lo tenga es de busto grande y casi nada de cadera o glúteo. El vestido que más te favorece es aquel que de arriba no sea volúminoso, vestidos con cuello en forma de v, ó collares en forma de v, evita collares cortos, adornos o detalles que atraigan la atención hacia los hombros. Un vestido que acentúe la cintura o que tenga algún tipo de cinturón será el ideal para tí.
Conoce la forma y tu tipo de cuerpo. Foto de Anahí Navarro
Escoge un vestido de acuerdo a tu tipo de cuerpo. Foto de Anahí Navarro
Conoce la forma y tu tipo de cuerpo. Foto de Anahí Navarro
Escoge un vestido de acuerdo a tu tipo de cuerpo. Foto de Anahí Navarro
3. Tipo de cuerpo en forma de rectángulo. Una mujer con cuerpo cuadrado/rectángulo  tiene que aparentar que no lo tiene, es decir, tienes que tratar de formar curvas en él con estampados, telas vaporosas y que den la sensación de movimiento. Busca vestidos con cintura definida de tu talla correcta ó que contenga cinturón. Evita los cuellos cuadrados. Un vestido cruzado de hombros será el ideal, puedes ver 3 estilos de vestidos para ir a una boda elegante en verano que serán ideales para ti.
4. Tipo de cuerpo de reloj de arena. El cuerpo reloj de arena tiene los hombros y las caderas de la misma proporción y una cintura definida. Con este tipo de cuerpo se puede usar casi todos los estilos. Aprovecha y utiliza vestidos pegados al cuerpo, estampados chicos y vestidos que marquen la figura son ideales. Tú llevarás un vestido de lentejuelas pegado al cuerpo a la perfección.
5.Tipo de cuerpo romboidal.  Este cuerpo tiene caderas y hombros de ancho  igual, se va agrandando hacia el medio, sin definir cintura y se vuelve a achicar a partir de las caderas terminando en piernas delgadas, los hombros suelen estar algo caídos. Vestidos de coctél son los ideales para ti, puedes ver estos vestidos elegantes en color gris para una boda en verano.
Conoce la forma y tu tipo de cuerpo. Foto de Anahí Navarro
Escoge un vestido de acuerdo a tu tipo de cuerpo. Foto de Anahí Navarro
6. Tipo de cuerpo en forma de manzana o redondo. Destaca tus piernas y brazos ya que generalmente éstos son delgadosTrata de vestir prendas que no sean apretadas del torso, los colores lisos te van muy bien, procura no usar estampados grandes, checa estas propuestas de Zara para la moda en vestidos de fiesta de verano.
Escoge un vestido de acuerdo a tu tipo de cuerpo. Foto Eric Velado
Escoge un vestido de acuerdo a tu tipo de cuerpo. Foto Eric Velado
Escoger el vestido perfecto para una boda depende de muchos detalle, no sólo del tipo de cuerpo que tengas, también depende del color de piel y tienes que tener en cuenta tu altura, edad y estilo de vida.
Por Gabriela

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Lectura para hoy: El después nunca llega