La mayoría de las mujeres embarazadas tienen aumentado su interés sexual a partir del segundo trimestre, como consecuencia del aumento de la turgencia pélvica. El orgasmo es más fácil de obtener durante ese tiempo, aún en mujeres previamente no orgásmicas. Aunque es posible que la frecuencia del coito no esté aumentada por temor a provocar daño al embarazo, lo cual explica porqué la mayoría de las mujeres manifiestan una disminución en la frecuencia del contacto sexual, particularmente durante el embarazo temprano y tardío.

Las parejas deben recibir seguridades de que el cambio es temporal y probablemente no persistirá. La disminución de la libido del varón durante el embarazo se debe frecuentemente al sentimiento inconsciente de que una mujer embarazada es un objeto inadecuado de deseo sexual; en estos casos el hombre no se queja y gasta su energía sexual en actividades atléticas o de otro tipo. Algunos hombres pueden pensar que el coito pone el riesgo el embarazo. Excepto por la presencia de hemorragia vaginal, cólico, incompetencia cervical o vaginitis; se puede asegurar a la pareja que el coito no es perjudicial.

Generalmente se ha aceptado que la mujer embarazada y sin complicaciones puede mantener relaciones sexuales hasta la semana 36 de gestación, es decir faltando 4 semanas antes del parto.

El médico debe explicar claramente los riesgos vs. beneficios de las relaciones sexuales durante el embarazo, especialmente durante la etapa inicial y final

Estudios realizados determinaron que se presenta bradicardia fetal transitoria con el incremento de la tensión uterina durante el orgasmo materno, ya sea este inducido por vía vulvar o vaginal a las 39 semanas de gestación. Además se presentaron contracciones uterinas dolorosas que desaparecieron 15 minutos después del último orgasmo. También se reportó que las mujeres de más de 32 semanas de embarazo y que tuvieron orgasmos, presentaron mayor incidencia de partos prematuros; adicionalmente, en las mujeres que se mantuvieron sexualmente activas hasta el final del embarazo, se demostró una alta incidencia de distares fetal.

Investigaciones sobre el embarazo de mujeres que mantuvieron relaciones sexuales una o más veces por semana en el último mes, reportó infecciones del fluido amniótico y mortalidad perinatal.
Dr. Bernardo Calderón